Contador de visitas.

martes, 19 de agosto de 2014

Sigo respirando.

¿Habéis llegado a ese punto en el que o matáis a alguien o os matáis a vosotros mismos?, pues yo no, por eso lanzo al aire ese hipotético dilema, por eso me enervo cuando el esmalte de mis uñas se agrieta, por eso escribo como pasatiempo o como terapia autoinducida. Sigo respirando, aunque a veces respirar suponga un llanto, aunque sienta que todo lo que pienso es un gasto insano, aunque ayer me levantará con ganas de cambiar el mundo y hoy amanecí envuelta en mil humos. Qué gasto de oxígeno más tonto, otro ser vivo jugando a ser Dios, tan vital para su entorno y tan estorbo para sí mismo. Así es por lo menos como lo siento, das y das por un tiempo y descubres que esto es la vida, no un sueño y que tendrás que seguir dando a cambio de un mísero sentimiento. Sigo respirando, o ese intento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario