Contador de visitas.

viernes, 8 de agosto de 2014

La chica risueña.

Otro estúpido documental sobre alienígenas de fondo y el tecletear de mis uñas contra las teclas. Otro día de verano. Otra lata abierta. ¿Sabéis?, amo el cosquilleo que se siente después de un día de mierda, es como un empujoncito hacia el vacío, como un consuelo, se que no puede ir a peor, no hay mas ridículo, solo un hormigueo que indica que el terror y la fobia se han ido, de momento.
Ha llovido. Esta mañana caía fuego del cielo pero luego ha llovido. Supongo que por eso no estaban las viejas señoras en la calle a las once, clavándome sus ojos y murmurando como cada noche. Es lo que tiene este barrio, te paseas un rato y con eso basta para regalar a las mujeres un ratito mas de cháchara. Pero, ¿que mas dará?, probablemente mañana me levantaré con mas ganas, con rebote, me pintaré una mueca parecida a una sonrisa en mi cara y que sea lo que tenga que ser, o no, que coño, que sea lo que yo quiera, un millón de euros, una caravana repleta de yerba y mucha carretera. Si, esa soy yo, la chica risueña.

No hay comentarios:

Publicar un comentario