No, desde luego que no debí decirte nada, pero lo hice, y aquí me encuentro, tan llena por fuera y tan vacía por dentro. Siempre lo mismo, esperando a…¿A qué?, a nada, a que pasen las horas mientras nadamos en este abismo llamado incertidumbre.
Eso es, no lo quieres oír, te niegas a admitir, que tu vida se ha reducido a esto, a ver como otros caen en el intento mientras tu estudias su sufrimiento, así es, te conformas con sonreír cuando deseas morir y saltar al fin de tu agonía.
Pero esta vez no, esta vez te atreverás a algo más, quizás arriesgues, quizás apuestes por un trocito de felicidad y sabes con certeza que tu número ganará, porque en el pasado apostaste fuerte y ganaste muchos momentos con tu suerte.
Uno, uno y no más, contra todos los demás.
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