No quiero estar en las primeras personas a las que olvidar, no quiero ser tu número impar, ser la elegida a borrar, como una cifra más, como un punto en la inmensidad, no todo se hizo para soñar.
Decidir entre la mar o el río al cruzar, navegar o volar, sintiendo cada paso en las manos, andando con los brazos, en un mundo paralelo, donde todos somos amos, no hay esclavos, solo gente discutiendo, de todo lo que no tengo, pobres, sucios, amargados y cegados por la codicia del estado, del verdadero señor de los feudos, que nos da pan duro cubierto de oro abrillantado.
Viva la locura y viva la cordura, que en su equilibrio rompió esta estructura, que me ata a la rutina, al desorden que me aviva, como al fuego la gasolina.
Quiero seguir con este delirio dominical, quiero beber el cáliz que te llevo a ese lugar, donde vistes a las niñas actuando como mamás, donde el campo era gris y no se podía plantar, donde dicen que un papel vale mas que el propio alma, donde todos andan sin destino y van a parar a su casa, donde dicen que hay personas que trafican con cartas, donde hablar claro supone perder la vida, donde hay más carreteras que esquinas, donde los ancianos viven por siempre encerrados en vitrinas, donde el dolor se tapa con purpurina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario