Eso es, deja que la corrosión haga su trabajo,
mira como poco a poco todo cae por su peso,
todos tus héroes se van a lo más bajo,
ya no tienes razones ni deseos,
no quedan murmillos en el coliseo,
tus ojos se apagan mientras se frena el viento,
vayamonos lejos,
si, muy lejos,
allá donde no haya espejos,
para ver esos horribles reflejos,
que todo esto acabe como un beso seco,
dado sin ganas y casi a despecho,
aprieta más fuerte,
ya casi no duele,
la sangre está seca,
y ya no llueve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario